Prevención


Se acerca el fin de año y muchos de nosotros seguramente tenemos una lista larga de cosas por hacer, pero alguien puso en esa relación de pendientes realizarse un chequeo médico. Me refiero a un despistaje de cáncer.

Cada año son más jóvenes los pacientes que padecen algún tipo de cáncer. La vida que llevamos, la mala alimentación, el estrés, la falta de ejercicios, fumar o que fumen cerca de nosotros, son algunos de los factores que ponen en riesgo nuestra salud.

A muchos hombres y mujeres les causa temor hacerse un despistaje, pero hay que hacerlo. No valen los pretextos comunes de que no tengo tiempo, ni dinero o que tengo miedo. La detección temprana es clave para tener mejores opciones para sobrevivir, si se diera el caso de que estuviéramos padeciendo la enfermedad.

La mayoría de las personas ha escuchado sobre el cáncer, pero no saben exactamente de qué se trata. El cáncer es el crecimiento desmedido de células en el cuerpo. A esto se le llama tumor. Si este se queda en el tipo de tejido donde se originó, entonces es benigno. Pero si se expande a diferentes clases de tejidos, se convierte en maligno.

En el Perú, los tipos más comunes de cáncer son el de estómago, que origina mayores muertes, seguido por el de cuello uterino, pulmón, mama y próstata.

Pero esto no nos debe asustar, sino hacernos tomar conciencia del tipo de vida que llevamos y que debemos de cambiarla para evitarnos problemas de salud.

El doctor Elmer Huertas, especialista en Oncología, que actualmente trabaja en el Washington Hospital Center, dice que hay cuatro pilares para prevenir el cáncer entre los que están: una alimentación saludable, comer de todo, pero en pequeñas cantidades y preferir frutas y verduras; hacer ejercicios, por lo menos 30 minutos diarios y no fumar ni dejar que lo hagan cerca de nosotros.

Asimismo, indica que hay que hacerse chequeos periódicos como el Papanicolaou, una mamografía a las mujeres mayores de 40 años, un examen de sangre y un examen de próstata. No hay que olvidar el autoexamen de seno que deben convertirse en una rutina de salud de todas las mujeres, mensualmente.

La buena vibra de hoy es: Nunca temas a las sombras. Sólo constituyen el indicio de que en algún lugar cercano hay una luz resplandeciente. - Ruth Renkel


La depresión



Recientemente, leí que la Organización Mundial de la Salud ha pronosticado que en 20 años, la depresión será el mal que más sufrirán los seres humanos; y que superará a enfermedades como el cáncer y los trastornos cardiovasculares.

Según un último estudio realizado en nuestro país, la prevalencia de sufrir depresión en Lima Metropolitana es de 18.2%, en la sierra peruana de 16.2% y en la selva de 21.4%.

Los especialistas dicen que la depresión es una enfermedad silenciosa y que muchas veces las personas no reconocen que tienen este mal, incluso si la padecen no la manifiestan. Pero, si hay formas de reconocer si tenemos este problema.

Los sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o vacío. También la desesperanza y pesimismo, especialmente en personas que sienten que en su vida no se producen los cambios esperados, son síntomas de depresión.

Cuando sentimos irritabilidad e inquietud, pérdida de interés en las actividades o pasatiempos que antes disfrutabas, incluso, la fatiga y la falta de energía, son indicadores que podemos estar padeciendo de depresión.

Si nos damos cuenta que padecemos este mal, hay que comenzar a practicar alguna actividad o ejercicios físicos moderados. Salir con los amigos, ir al cine, participar de actividades religiosas, sociales o de otro tipo.

En estos periodos, no hay que tomar decisiones importantes porque podríamos precipitarnos y cometer errores, especialmente si se quiere renunciar al trabajo. En estos casos, conversar con amigos cercanos que nos conocen bien y que tendrán una mirada más objetiva del problema, nos ayudará.

Cuando parecemos de depresión, hay que tener paciencia, pues recuperar nuestro estado normal tardará un poco. Generalmente, el apetito y el sueño, que también se alteran con este mal, son los que mejorarán antes que nuestro estado de ánimo.

Las mejoras las verá a medida que usted vaya respondiendo al tratamiento, lo notará porque los pensamientos positivos reemplazarán a los negativos. La meditación ayuda bastante a superar esta etapa o evitar que caigamos en ella. Una cosa muy importante, hay que poner de nuestra parte para poder curarse.

La buena vibra de hoy es: La alegría de los niños es la mejor medicina para mejorar nuestros estados de ánimo.


Corazón, divino tesoro




Muchas personas tienen la idea equivocada, que solo a los mayores de 50 o 60 años les puede dar un infarto. Nada más falso, porque cada día más hombres y mujeres jóvenes pueden ser víctima de este mal.

Lo bueno es que estos males pueden prevenirse. Según la Organización Mundial de la Salud, los problemas cardiovasculares ocurren por la hipertensión arterial que suele ser asintomática, pero que causa infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares, por ello, hay que medirse la tensión arterial.

El exceso de azúcar en la sangre (diabetes) es otro factor que aumenta los riesgos de sufrir estos males. Las personas que padecen diabetes deben controlarse la presión arterial y el azúcar en la sangre.

También hay que chequear regularmente el colesterol en la sangre, ya que si está elevado, incrementará los riesgos de infartos.

En esto último, debemos llevar una dieta sana en la que se incluya frutas, verduras, cereales integrales, carnes sin grasa, pescado y legumbres. Disminuir la sal y el azúcar.

Hay que ejercitarse regularmente. Al menos 30 minutos de ejercicio diario ayudan a mantener en buen estado nuestro sistema cardiovascular. Además, una hora diaria de ejercicio permite mantener nuestro peso normal.

Por último, el cigarrillo es un hábito que debemos dejar. El tabaco daña gravemente la salud y la exposición pasiva al humo del cigarrillo también es peligrosa. Si eres fumador y dejas de hacerlo, se reducirán inmediatamente las posibilidades de sufrir un infarto de miocardio. Allí les dejo un video sobre la meditación y los infartos.

La buena vibra de hoy es: La felicidad radica ante todo en la salud. George William Curtis.


Vitalidad, energía y buen humor



Hace unas semanas estuve conversando con una amiga, que comentaba que se sentía decaída, sin fuerzas y hasta de mal humor. Me dijo que su médico le recomendó una mejor alimentación para tener, vitalidad, energía y buen humor.

Me sorprendió esa respuesta, pero luego leyendo un libro sobre nutrición, encontré que la alimentación adecuada influye mucho en estos aspectos. Y es que no es solamente comer lo correcto sino también no saltarse algunas comida.

Precisamente, las frutas y hortalizas, por su alto contenido de agua, vitaminas y minerales, proporcionan a nuestro organismo mucha vitalidad e influyen en nuestro estado ánimo. Ellas participan en algunas de las funciones del sistema nervioso.

Los hidratos de carbono proporcionan energía al organismo. Estos son como el gas que necesitan las cocinas para funcionar. Por eso es importante incluirlas en nuestras comidas, especialmente en el desayuno y el almuerzo. Una alternativa es comer entre comidas frutas frescas o desecadas y barritas de cereales, que aportan energía rápidamente a nuestro organismo.

No debemos olvidar que debemos suministrar de nutrientes a nuestro organismo de manera regular. Generalmente hay tres comidas principales, que son el desayuno, almuerzo y cena, pero también se deben ingerir alimentos a media mañana y a media tarde de modo que no sintamos hambre o fatiga.

No olviden que el desayuno es vital. En este hay que incluir alimentos integrales como el pan y los cereales porque proporcionan fibra y vitamina B1, así como frutas enteras o en jugo.

La comida es esencial y en ella deben incluirse alimentos como papas, arroz, pastas, legumbres, que proporcionan los carbohidratos que mencione al principio. También se pueden acompañar el segundo con vegetales. Para el postre podemos incluir frutas enteras, compotas o jugos.

La cena debe ser frugal y debe consumirse dos horas antes de irnos a dormir para no tener pesadez. Ello nos dará un sueño reparador que nos permitirá realizar nuestra jornada diaria al día siguiente. Para esta comida sería ideal una ensalada que incluya vegetales y alimentos con proteínas como queso fresco, jamón, huevo, atún, entre otros.

Suerte amigos y allí les va la frase con la que les envío buenas vibras: Toda comida es rica y saludable cuando está preparada con amor puro.


El celular y el cáncer cerebral


Alguna dama ha imaginado hablar solo dos minutos por celular. Difícil tarea pero no imposible, aunque con las frecuentes promociones de habla más y paga menos, cada vez hablamos más tiempo por celular. ¿Por qué traigo esto a colación?, porque ayer leí una noticia que me alarmó. El celular podría generar ciertos tipos de cáncer cerebral por las radiaciones que emiten y que son absorbidas por nuestro cerebro.

Ya estudios habían revelado los daños que podrían causar las ondas que emiten los celulares en nuestro organismo. Sin embargo, los avances de un reciente estudio supervisado por la Organización Mundial de la Salud demostrarían la relación existente entre el uso del teléfono celular y ciertos tipos de cáncer cerebral.

El estudio lo realizó el prestigioso oncólogo Elmer Huerta, ex presidente de la Sociedad Americana de Cáncer, quien afirmó que si bien no está confirmado, sería lamentable que en algunos años más se confirme esta sospecha y no hayamos tomado precauciones.

Investigaciones realizadas con anterioridad a esta, dicen que entre los varios efectos que produciría la radiación del celular se encuentra el recalentamiento celular en la zona del cerebro cercana a la antena del teléfono móvil.

Esta también produciría una ruptura de cromosomas, así como extraños picos de actividad neuronal en zonas de poca actividad cerebral, según lo revelaron los estudios a través de encefalogramas.

Asimismo, se han registrado cambios en la presión arterial del cerebro mientras se usa el teléfono, trastornos del sueño, cefaleas y alteraciones coronarias.

El doctor Huerta dice que los estudios sí han demostrado que la radiación puede penetrar hasta el otro lado del cerebro de un niño, por lo que se recomienda evitar que niños menores de 10 años usen celulares.

Por estas investigaciones, se recomienda estar expuestos lo menos posible a los aparatos celulares y limitar su uso a máximo dos minutos. Incluso usar el hands-free (manos libres) a la hora de contestar el teléfono, ya que según la OMS, las radiaciones descienden cuando el equipo está lejos.

También se recomienda no dormir con los celulares debajo de la almohada, ni muy cerca a la cama, explica el doctor Huerta. Así que chicos y chicas, hablemos poco por celular y vivamos más.

La frase con la buena vibra de hoy es: "En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser." William Shakespeare


 

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