La Hora del Planeta 2010: Apaga la luz, enciende el planeta


Este sábado 27 de marzo a partir de las 8:30 de la noche, tenemos la oportunidad de demostrar nuestro nivel de compromiso con el planeta y unir esfuerzos para llamar la atención del mundo entero.

¿De qué manera? Muy simple, apaguemos durante una hora las luces y artefactos eléctricos de nuestra casa para de esta forma lograr un impacto positivo en la reducción del consumo mundial de energía. Tenemos que ayudar a reducir los efectos del cambio climático y sus graves consecuencias.

Y es que la temperatura del planeta se viene incrementando de manera alarmante. Según estimaciones científicas, el clima puede aumentar en los próximos 50 años entre 0.6 ºC y 2.5 ºC, esto debido a la producción indiscriminada de gases como el dióxido de carbono y el metano (provenientes de la combustión del petróleo, de las industrias, del transporte, entre otros), los mismos que se acumulan en la atmósfera impidiendo que el calor de los rayos solares que entran a la tierra salgan de ésta.

La Hora del Planeta 2010, nos brinda la posibilidad de unirnos a cientos de millones de personas alrededor del mundo y participar del más grande movimiento ambiental que busca crear conciencia sobre la importancia de contribuir en la lucha frente al cambio climático que ya está teniendo un impacto en todas las regiones alrededor del mundo.

Demostremos nuestro compromiso con el cuidado del planeta y la lucha contra el calentamiento global.

La buena vibra de hoy es: “Apaga la luz, enciende el planeta”.

Los generosos filtros verdes de aire


Debemos comenzar por admitir que somos poco conscientes de la manera en que la calidad del aire que respiramos afecta nuestra salud.

Además de los compuestos propios conocidos por todos como el oxígeno, el nitrógeno, hidrógeno, o el carbono, el aire que respiramos puede contener infinidad de partículas en suspensión, muchas de ellas consideradas sustancias tóxicas o perjudiciales a partir de ciertas concentraciones.

Desde materiales de construcción, pinturas y barnices convencionales, productos de limpieza, alfombras y tapicerías sintéticas, podría seguir enumerando la cantidad de objetos que tenemos en nuestra casa contaminando el aire interior, y esto, sin mencionar la poca ventilación natural de muchas viviendas.

El formaldehido (presente en diversas resinas y usado para tratar muchos productos de consumo, incluso bolsas de basura, toallas de papel, base de las alfombras, revestimientos para suelos, adhesivos, etc.), el benceno, el xileno, el tricloroetileno, entre muchos otros compuestos orgánicos volátiles tóxicos, son absorbidos por las hojas de algunas plantas de interior, representando una efectiva y sencilla solución.

Estos generosos filtros verdes ayudan a limpiar el aire de nuestra casa reduciendo la concentración interior de tóxicos presentes. Una de las plantas de interior más habituales es el ficus, especialmente eficaz en la eliminación de formaldehido.

Las más efectivas para eliminar el xileno y tolueno son la palmera areca, la drácena, la diefembaquia y el espatifilo. La cinta, el ficus y el rododendro eliminan el dióxido de carbono del humo del tabaco. La sansevieria libera oxígeno y absorbe dióxido de carbono por la noche.

Está demostrado que las sustancias orgánicas volátiles no dañan a las plantas, sino que alimentan a los microorganismos que viven alrededor de sus raíces, pues están adaptados para metabolizar estos compuestos. En conclusión, las plantas representan un eslabón importantísimo entre el aire y el suelo realizando una extraordinaria labor descontaminadora del aire.

La buena vibra de hoy es: Siempre ten presente que contra cada padecimiento crece una planta. (Paracelso)

Construyendo una casa saludable


Cada vez más personas pueden hacer realidad “el sueño de la casa propia” y es que es innegable que estamos en pleno “boom” de la construcción. Sin embargo, nos preocupa más obtener una linda casa que una que responda a los criterios de habitabilidad deseables.

Por esta razón, me pareció acertado tocar un tema quizás poco conocido pero de suma importancia: la bioconstrucción.

Se trata de una alternativa ecológica de edificación, que intenta respetar el medioambiente, aplicando recursos específicos para aprovechar al máximo la energía solar, además de materiales no contaminantes y energías renovables. Todo esto con el objetivo de lograr viviendas que respondan a las necesidades humanas en condiciones saludables, sostenibles e integradoras.

Puntos como orientación y aprovechamiento de las energías pasivas, estética integrada en el paisaje o arquitectura local, materiales de construcción saludables, confort acústico, consumo energético, calidad de aire, estética y funcionalidad interior (color, luz, espacios y dimensiones), son algunos de los aspectos más importantes que contempla la bioconstrucción.

Lo fundamental en una casa saludable, además de los aspectos técnicos y estéticos, es que le ofrezca a sus habitantes óptimas condiciones de bienestar y salud. Lo mejor de todo es que construirla no tiene por qué resultar más costoso que una casa tradicional.

Sin embargo, mientras sigamos pensando que tener conciencia ecológica solo se trata de una simple moda, no seremos conscientes que el futuro de las próximas generaciones depende de nuestras acciones presentes.

La buena vibra de hoy es: "El auténtico conservacionista es aquel que sabe que el mundo no es una herencia de sus padres, sino un préstamo de su hijos" (J.J. Audubon).

A cuidarse de la contaminación eléctrica


El jueves pasado me llamó mi amiga Carolina para consultarme si conocía a un electricista de confianza. Quería hacerle un mantenimiento a las instalaciones eléctricas de su casa ya que al encender la licuadora sintió una pequeña descarga eléctrica.

Esto me hizo reflexionar acerca de lo poco cuidadosos que somos con este tema y sobre todo lo desinformados que estamos respecto a lo nociva que puede ser la electricidad para nuestra salud.

En verdad, no tenemos ni idea de la cantidad de trastornos que nos puede causar el exceso de electricidad. Desde un inofensivo mareo o dolor de cabeza hasta una crisis asmática, estrés, insomnio e inclusive trastornos degenerativos, pueden ser causados por el hecho de estar expuestos durante horas seguidas a un campo eléctrico.

Y es que en realidad no somos conscientes que estamos rodeados de aparatos eléctricos ni de las interferencias que provoca la electricidad artificial a nivel físico y mental. Lo peor es que la mayoría de veces confundimos los trastornos causados por la contaminación eléctrica con otros síntomas más comunes como por ejemplo una deficiente alimentación y no tratamos el problema de fondo.

Un buen comienzo es revisar el estado de las instalaciones eléctricas de nuestra casa y desenchufar los aparatos eléctricos de los dormitorios como lámparas, aire acondicionado, radio-despertador, etc., antes de acostarnos. Otro paso saludable es desconectar al final del día los interruptores generales.

También pueden instalar un interruptor de desconexión automática (biointerruptor) que desconecta automáticamente la corriente desde la caja general cuando se apagan las luces y se vuelve a conectar automáticamente al encenderlas.

Medidas tan simples como estas pueden brindar inmejorables beneficios a nuestra salud.

La buena vibra de hoy es: "La inconstancia y la impaciencia destruyen los más elevados propósitos" (Confucio).
 

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